miércoles, 5 de mayo de 2010

EN DEFENSA DE NUESTRA CULTURA






EN DEFENSA DE NUESTRA CULTURA.

Los seres humanos creamos cultura. Nuestra forma de pensar, de sentir y de actuar, la lengua que hablamos, nuestras creencias, el arte, el folklore y la comida, son algunas expresiones de nuestra cultura. Este conjunto de saberes y experiencias se transmite de generación en generación por diferentes medios. Los niños aprenden de los adultos y los adultos de los ancianos. Aprenden de lo que oyen y de lo que leen; aprenden también de lo que ven y experimentan por sí mismos en la convivencia cotidiana. Así se heredan las tradiciones.
Mediante la transmisión de sus costumbres y tradiciones, un grupo social intenta asegurar que las generaciones jóvenes den continuidad a los conocimientos, valores e intereses que los distinguen como grupo y los hace diferentes a otros.
Los hombres y mujeres de hoy día vivimos en la era de la comunicación sin embargo la comunicación entre los pequeños grupos sociales, familia, vecinos, amigos, falla de una manera estrepitosa rompiéndose la cadena de transmisión de las tradiciones. Vivimos en la era de un consumismo voraz en donde no se valora ni se disfruta lo obtenido cegados por la promesa del próximo éxito. Estamos en definitiva en este mundo que entre todos hemos ido formando, unos con sus obras, otros por omisión de las mismas.
Los murcianos de hoy contemplamos con normalidad y bastante indolencia como va desapareciendo una parte muy importante de nuestro patrimonio histórico, cultural, artístico e incluso los bienes de transmisión oral. Sin apenas inmutarnos vemos el lento y paulatino desvanecimiento de nuestra huerta, en otros tiempos Huerta de Europa y con mayúsculas, que hoy está irremediablemente condenada a morir de sed por la avaricia de unos pocos y la dejadez de otros muchos.
La sociedad murciana parece que se siente satisfecha con el esfuerzo que viene realizando para salvaguardar nuestras tradiciones, que a veces se limita a la celebración, de aquella manera, del Bando de la Huerta, o de escuchar con fingido arrobo un Bando Panocho que apenas entienden y ríen cuando lo hacen los demás. Las Peñas Huertanas si vienen realizando una labor importante en el mantenimiento de nuestras tradiciones, aunque centrándose casi exclusivamente en el folklore y la gastronomía.
Cuando viajamos por otras tierras de nuestra querida España contemplamos que sus gentes luchan realmente por preservar y mantener su legado histórico, que ni es más rico ni más importante que el que nos legaron nuestros predecesores.
En nuestra amada Murcia, fuera de los organismos oficiales que tienen sus propios intereses, apenas encontramos algunos colectivos o personas que a nivel individual mantienen viva la llama de la lucha ante lo que parece inevitable. Escultores, pintores, fotógrafos, escritores y algunos investigadores, todos gente con una gran sensibilidad, van aportando su granito de arena con exposiciones, publicaciones y conferencias para que este importante legado que son la cultura y tradiciones de Murcia no desaparezcan definitivamente permitiendo que todos podamos saber, sin engaños artificiosos, quiénes somos y de dónde venimos.
Algunos daños ya son irreparables, pero podemos detener este desastre cultural sumando esfuerzo, uniendo voluntades. Debemos pedir, incluso exigir, que se realicen los cambios adecuados y se pongan los medios necesarios para primero recuperar y después divulgar nuestra herencia cultural para que nuestros hijos, y las futuras generaciones, la conozcan y disfruten.

Juan Vivancos Antón
CRONISTA OFICIAL DE CABEZO DE TORRES

Artículo de opinión publicado en el Magazine TRIÁNGULO DE MURCIA en su número de mayo de 2010.

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