LOS BAILES DE ANTAÑO EN CABEZO DE TORRES

Pareja de baile formada por Francisco Alemán Muñoz y María “La Migalona” ganadores del Primer premio en el concurso de baile organizado por el Ayuntamiento de Murcia con motivo de la venida de la Princesa de Asturias. (Del libro Cabezo de Torres, apuntes para la historia)

LOS BAILES DE ANTAÑO EN CABEZO DE TORRES
“Aquí se bailaba mucho. Todos dicen que se bailaba siempre. Cualquier motivo era bueno. Y si no había motivo se buscaba. El caso era bailar y cantar.” Esto escribía en 1975 Teodoro Rojo Calvo en su libro Cabezo de Torres. Apuntes para la historia.
En los días señalados los Mayordomos de la Virgen organizaban bailes para recoger los fondos necesarios para el mantenimiento de la Ermita. Estos bailes, que se solían hacer en la puerta de la Ermita, adquirieron un sentido festivo extraordinario y a veces se contrataban más instrumentos.
Se les llamaba Bailes de Rifa. En realidad no había rifas, sino pujas. Había pujas para bailar con una determinada moza, para que bailase un determinado personaje popular, etc. La gente seguía con gran interés las pujas de los bailes que consistían en las clásicas malagueñas. Guitarras, laúdes y bandurrias eran la orquesta de turno. Los que salían a bailar no tenían la obligación de saber hacerlo. Bastaba con que diesen unos pasos parecidos al baile. Los novios pujaban para que sus novias no saliesen a la pista. Los solteros, para poner en aprieto al novio pujaban más alto. Algunos tipos del pueblo eran objeto de puja, pues hacían las delicias de la gente al verlos bailar con torpeza. Los Mayordomos se movían entre el público y daban consignas para que la puja no decayera. Todo era alegría y buen humor. Todas las bromas se soportaban, y el pueblo se lo pasaba en grande. En realidad aquello era una gran fiesta pues acudían también vendedores de dulces que ponían sus puestecitos en cualquier rincón. Era casi una tradición obligada el regalar a la novia un paquete de dulces.
Había más bailes se solían hacer a la puerta de las casas, bajo los emparrados, o en cualquier sitio a propósito. Se bailaban principalmente malagueñas. Y los mozos y mozas de Cabezo se ganaron fama de buenos bailarines.
Con motivo de la de la venida a Murcia de la Princesa de Asturias, el ayuntamiento de Murcia invitó a los pueblos de la provincia a un concurso de baile. El baile tuvo lugar junto al Santuario de la Fuensanta. De Cabezo de Torres acudieron la pareja formada por Francisco Alemán Muñoz y María “La Migalona”. Esta pareja, que acostumbraba a bailar en muchas ocasiones, consiguió el Primer premio, que la misma Princesa de Asturias les entregó. El premio consistía en una botonadura de oro para él y un medallón de oro macizo para ella.
Muy famosa también en el capítulo de los bailes fue Antonia Peñaranda “la tía Cojota”, que en la versión cinematográfica de “La Alegría de la Huerta”, rodada en el carril de los Pinos de Churra, intervino en los números de baile.
Recientemente llegó a mis manos un libreto mecanografiado y fechado el 9 de marzo de 1987. Se trata de una pequeña obra de teatro titulada “La tía Cojota” escrita por Diego Morales Bernabé. Es una estampa huertana cuya acción transcurre en Cabezo de Torres y cuyos personajes existieron realmente. De hecho en la introducción se incluye unos breves apuntes biográficos de Antonia Peñaranda “la tía Cojota”. Está escrito en el lenguaje tradicional de la huerta murciana y la trama gira en torno a la alegría desbordante y la gran afición a bailar que tenía “la tía Cojota”. Estas cualidades le proporcionaron a Antonia Peñaranda gran fama y prestigio tanto en su Cabezo de Torres natal como en el resto de la Región.
En la actualidad son las peñas huertanas las que se encargan de recoger y difundir los antiguos bailes tradicionales. En Cabezo de Torres “La Picaza” mediante su grupo de coros y danzas “Nuestra Señora de Las Lágrimas” y “El Cántaro” con su grupo de coros y danzas “El Rosalico”. Ambas cuentan con sus respectivas escuelas de baile infantil.

Juan Vivancos Antón
CRONISTA OFICIAL DE CABEZO DE TORRES




Artículo publicado el sábado día 2 de julio de 2011 en el diario La Opinión, Pág.9 en la sección "El lugarico"