jueves, 12 de enero de 2012
OTOÑO
OTOÑO
Las nubes pasan veloces
huyendo de la soledad.
Los barquichuelos varados
como amores ya usados.
Las hojas que ayer se erguían verdes,
fueron doradas a fuego lento
y ahora yacen cual mullida alfombra.
Largos paseos
buscando el camino
que nos conduce
hasta nuestro interior.
Cielos rojos
reflejan nuestros sentimientos
Las conversaciones,
ahora más íntimas,
apenas necesitan de palabras.
Son puro sentimiento.
Nuestros pies,
ayer descalzos,
pisan la misma playa
dejando huellas diferentes.
El verano partió.
El silencio es nuestro compañero.
El sol ahora más tímido
Nos permite ver con más nitidez
Los excesos del estío
nos dejaron exhaustos.
Es momento de reponer energías,
de encontrar el equilibrio
para afrontar el duro invierno.
Vacíos los bancos del parque.
Desiertos los senderos de la ribera.
En silencio,
inexorablemente,
los días van pasando.
Caen las hojas de los árboles.
Horas y hojas
formando un montón
ahora inservible,
molesto.
© Juan Vivancos Antón
Poema incluído en mi libro "El Duende de las Letras" publicado en 2010
Páginas 112-113
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2 comentarios:
Me gustan especialmente los últimos versos, erse identificar las horas que pasan con las hojas caídas del melancólico otoño.
Un cordial saludo.
Rosa me alegra saber que te gusta mi poema. Me ayuda a seguir escribiendo más, y en la medida de lo posible, mejor. Un saludo cordial.
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