lunes, 7 de enero de 2013
LA SAL DE TU VIDA
LA SAL DE TU VIDA
Envidio
la salada almendra
que
tus ojos desean,
porque
tus manos ávidas
le
conducen hasta ti.
Quisiera
ser la nuez
que
pacientemente abres
para
llevar su corazón
dentro
de ti.
Tengo
celos de las pipas
que
exclaman de placer
al
crujir sus cuerpos
entre
tus dientes de coral.
De
verdad que muero un poco
cada
vez que tus labios abrazan
el
sabroso pistacho
que
gozoso revienta
para
derramarse en tu boca.
Y
quisiera ser la sal
que
besa tu boca,
que
tus labios excita,
que
tu lengua saborea.
La
sal
que
tras recorrer
tu ser
aflora
en los poros
de
tu piel.
Y
si al volver la vista atrás,
me
convirtiese
en
estatua de sal,
estatua
de sal
quiero
ser.
si
así tus labios
me
han de besar.
La
sal de la vida,
la
sal de tu vida
ésa,
y no otra
yo
quiero ser.
©
Juan
Vivancos Antón
Nota: “La sal de tu
vida” forma parte de mi poemario “El Duende de
las letras”, publicado en 2010, páginas 93-94
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