jueves, 12 de septiembre de 2013
PREGÓN DE LAS FIESTAS PATRONALES DE CABEZO DE TORRES 2006
© Fotografía
de Lucía Vivancos Gálvez
En la imagen vemos a Juan
Vivancos Antón, Cronista Oficial de Cabezo de Torres, durante la lectura del
Pregón de las Fiestas Patronales 2006 de Cabezo de Torres
PREGON DE LAS FIESTAS
PATRONALES DE CABEZO DE TORRES 2006.
Autoridades, señoras, señores,
vecinos de Cabezo de Torres, amigos todos, muy buenas noches.
Agradezco a los miembros de la Comisión
de las Fiestas Patronales 2006 que hayan pensado en mi persona para este pregón
de las Fiestas Patronales de Cabezo de Torres en honor a Ntra. Sra. de Las
Lágrimas. Si esto es un honor para cualquiera, para este cabezotorrense que
lleva años investigando, escribiendo y difundiendo los valores histórico-culturales
de su pueblo lo es aún más, precisamente en este mi primer año como Cronista
Oficial de Cabezo de Torres, en que celebramos el III Centenario del Milagro de
la Virgen de Las Lágrimas.
Como bien sabéis, pregón quiere decir
anunciar, difundir, notificar la buena nueva de fiestas y alegría, en este caso
de nuestras Fiestas Patronales. También sabéis que antes había dos clases de
pregoneros: el alguacil, que era la voz oficial que ponía en conocimiento de
los ciudadanos lo que acontecía en el pueblo; y el pregonero vendedor, que
vociferaba sus productos con gracia y picardía.
Yo, en esta noche sin sueño, pero con
la que seguro todos soñamos, me siento como el alguacil que anuncia las fiestas
oficiales, y también como el pregonero que oferta los productos más genuinos y
auténticos de un pueblo tan inquieto como es el nuestro: la amistad, la
alegría, la diversión y la convivencia.
Según las valiosas investigaciones
realizadazas por D. Teodoro Rojo, dos puntales son la base de las actuales
Fiestas de la Virgen de las Lágrimas: La institución de los Mayordomos de la
Virgen y la Procesión de la Virgen de Los Dolores en Cuaresma.
Los Mayordomos nacen en Cabezo de
Torres hacia 1880 en la época de D. Antonio Blanco, como cura encargado de la
ermita de Cabezo de Torres. Dicha ermita estaba erigida bajo la advocación de
la Virgen de Los Dolores, más conocida como Virgen de las Lágrimas. La ermita
dependía de la Iglesia Parroquial de Espinardo y estaba en donde hoy se levanta
la Iglesia Parroquial de Cabezo de Torres.
En un principio se nombraron los
mayordomos de la Virgen. Más tarde, en 1885, con motivo de la creación de una
Rectoría en la pequeña ermita, el cura rector don Francisco Vicente de la Cruz,
afianzó la institución de los Mayordomos de la Virgen y creó la de los
Mayordomos de las Ánimas. A estas instituciones se les encomendaban el cuidar
del culto a la Patrona y a la Ánimas.
Los Mayordomos de la Virgen tuvieron,
siempre más importancia que los Mayordomos de las Ánimas. Sin embargo los
Mayordomos de las Ánimas poseían una fuerte baza de popularidad gracias a las Campanas
de los Auroros. Pero su música no dejaba de ser una música triste, y su entorno
muy serio. Por eso, la gente parecía inclinarse más hacia los Mayordomos de la
Virgen.
Había que cuidar de la ermita y de la
Virgen durante un año y los Mayordomos de la Virgen necesitaban dinero para
realizar su gestión y para sacar el dinero, imaginación. Y la forma más sencilla
de hacerlo era el baile. Estos bailes adquirieron un sentido festivo
extraordinario en las tres fechas señaladas para su celebración: el primer día
de Pascua, el día de Año Nuevo y el día de Reyes.
Se bailaban las clásicas malagueñas,
acompañadas por guitarras, laúdes y bandurrias, a la puerta de la Iglesia y se
les llamaba Bailes de Rifa, aunque en realidad no había rifas, sino pujas.
Había pujas para bailar con una determinada moza y los novios pujaban para que
sus novias no saliesen a la puja, mientras que los solteros, para poner en
aprieto al novio, pujaban más alto. Algunos tipos graciosos del pueblo eran
objeto de puja, pues hacían las delicias de la gente al verlos bailar con torpeza. Los mayordomos
se movían entre el público y daban consignas para que la puja no decayese. Todo
era alegría y buen humor, todas las bromas se soportaban y el pueblo lo pasaba
en grande. Aquello era una gran fiesta a la que acudían también los vendedores
de dulces que ponían sus puestecillos en cualquier rincón.
La institución de las Fiestas de la
Virgen tuvo lugar en el año 1915. Eran mayordomos don José Muñoz García y don
José Sabater Serrano. Como cura Rector de Cabezo de Torres figuraba don José
Hernández Ruiz quien propuso la idea de celebrar una fiesta para honrar a la
Patrona. Hasta aquellas fechas tan sólo se hacía la procesión del Viernes de
Dolores.
Se congregó a una junta de vecinos y
vieron las dificultades que esto entrañaba, pero acabaron poniendo en pie la
celebración de las primeras Fiestas de la Virgen de Las Lágrimas, escogiendo
como fecha el día 15 de septiembre, festividad de la Virgen de Los Dolores y
teniendo como duración una semana. A partir de entonces una comisión de vecinos
ayudaba a los mayordomos en la organización de las fiestas.
Las Fiestas Patronales de aquel
primer año fueron amenizadas por la Banda de Música local dirigida por el
maestro Indalencio que actuaban en las verbenas y ponían música durante el
novenario. A los festejos ya conocidos se unió alguna vez una carrera de cintas
a caballo.
Los mayordomos hasta 1920 fuero
siempre dos hasta que D. Antonio Valverde, en ese año, nombro cuatro. Tenía una
razón de ser, pues las fiestas ya llevaban unos años de andadura y el trabajo
de organizarlas era cada vez mayor. Con la importancia que fueron tomando los
festejos en los años siguientes, fue necesario ampliar el número de mayordomos
a seis, que se nombraban el día de la Purísima. Estos mayordomos recorrían el
pueblo en Navidad pidiendo el “aguilando” con músicos y cantores para recoger
fondos.
Hasta 1953 dentro del programa de
festejos se incluía el “reparto de pan a los pobres”. A juzgar por lo que
cuentan los más viejos eran muchos los kilos de pan repartidos.
En 1959 un escritor anónimo escribía
sobre nuestras fiestas: “Tener que hacer un análisis de los festejos cívicos
que aquí se celebran, resulta a veces de una mayor dificultad de lo que a
primera vista pudiera parecer, porque aquí cada año se nos ofrecen cosas
nuevas. Existen indudablemente festejos que ya vienen siendo tradicionales, de
los cuales no se puede prescindir sin caer en falta. Me estoy refiriendo a la
iluminación, y adorno con papelillos y faroles de verbena, de la plaza y calles
centrales del pueblo. A la contratación de la mejor banda de música de la
región, para que su actuación, en el ferial o en el cine, alegre los
atardeceres. A las clásica carreras de bicicletas con cintas y a las atracciones
populares: cucañas, carreras de sacos, juegos sorpresa, etc. A la proyección en
las pantallas cinematográficas de los estrenos más sensacionales de la
temporada. A los pasacalles de las bandas, acompañadas de un derroche sin par
de cohetes y tracas. A la actuación de las masas corales del pueblo que no a
muchos años fueron premiadas en concursos nacionales. Al disparo de un castillo
de fuego de artificio.…
Pero esto no es
todo, siempre queda la sorpresa. Son esos números del programa que los
mayordomos nos van ofreciendo como novedades, para deleite de unos, entusiasmo
de otros y quebraderos de cabeza para los que vengan.
Uno año nos
instalan una tómbola; otro nos sorprenden con la edición de un magnífico folleto
con el programa de fiestas, otro con carreras de motos, otros con la
instalación de nuevas atracciones en el ferial, otros con el arreglo de las
calles por donde ha de pasar la procesión, y tantas y tantas novedades que al
final completan una de las fiestas más atrayentes y sugestivas que, a los aquí
nacidos y forasteros, se puede ofrecer.”
A partir de 1970 desaparecieron los
mayordomos y se creó una Comisión de Festejos. Dicha Comisión, entonces estaba
presidida por el Alcalde Pedáneo, y se encarga de las Fiestas. A pesar de la
desaparición de la figura de los mayordomos, aún hoy en día a los miembros de
las comisiones de fiestas se les llama popularmente “mayordomos de las
fiestas”.
A partir de principios de los años
setenta del pasado siglo las Fiestas Patronales de Cabezo de Torres se
convierten en la referencia para los demás pueblos de los alrededores por el
gran número de atracciones como por la calidad de los artistas que acuden a su
escenario. Las Comisiones de Fiestas asesan diversas formas de recaudar fondos,
además de la petición por las casas, la venta de lotería en navidad, rifas y la
elaboración de un libro de anuncios de
empresas. Durante tres décadas las sucesivas Comisiones de Fiestas mantienen un ritmo frenético poniendo el
listón cada vez más alto.
Con la llegada del nuevo milenio, los
gustos y necesidades de ocio de los vecinos de Cabezo de Torres van cambiando
progresivamente hasta llegar a la actualidad en donde queda patente la
necesidad de buscar nuevos horizontes para la celebración de las Fiestas
Patronales de nuestra pedanía. Hay que buscar nuevos métodos de recaudación
para los actos, programar actividades en las que se vuelva a la participación
masiva de la población en los actos tanto litúrgicos como cívicos. La tarea no
es fácil, pero seguro que Cabezo de Torres, como siempre ha hecho en todas las
empresas que ha tenido que acometer como colectivo, también en esta ocasión
sabrá encontrar soluciones a estas nuevas necesidades impuestas por el ritmo de
vida que llevamos. Y pronto, muy pronto, volverá a ser punto de referencia de
todos los pueblos de alrededor.
Durante esta semana de fiestas intentar
olvidar vuestras preocupaciones y quehaceres cotidianos. Dad rienda suelta a la
alegría pues las Fiestas son pocos días y hay que aprovechar cada minuto,
aunque noche festiva en Cabezo de Torres vale por semana entera. Pero hacedlo
con espíritu de sana convivencia, armonía y mutuo respeto, y con la
hospitalidad que tradicionalmente nos ha caracterizado. Y tener presente que el
verdadero éxito de las fiestas no depende tanto de la categoría de los artistas
y los espectáculos programados, como del espíritu con que participemos en los
actos cívicos y religiosos.
El
pregonero tiene que terminar, porque los Bandos ó Pregones de los tiempos antiguos
eran concisos, directos y muchas veces autoritarios, pero siempre, “breves”.
Hoy
en vísperas de Ntra. Sra. de Las Lágrimas, este aprendiz del desaparecido
oficio de Pregonar, no ha traído ningún otro mandato que el de desearos felices
días de Fiestas. Reitero mi agradecimiento a la Comisión de las Fiestas
Patronales 2006 por su confianza, y a todos los que hoy os habéis acercado a
este recinto, mi gratitud por vuestra paciente y cortés escucha, de estas
palabras que han salido desde mi corazón con todo el cariño para vosotros.
Muy
buenas noches y que comiencen las fiestas.
¡Viva
Cabezo de Torres!
¡Viva
la Virgen de Las Lágrimas!
Discurso de Pregón de las
Fiestas Patronales 2006 de Cabezo de Torres, pronunciado por Juan Vivancos
Antón, Cronista Oficial de Cabezo de Torres, el día 9 de septiembre de 2006 en
el Recinto de Fiestas
© By Juan
Vivancos Antón
CRONISTA OFICIAL
DE CABEZO DE TORRES
Más información
sobre este pregón en el siguiente enlace:
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