TIERNOS BROTES
Una familia
que vivía en una maceta,
había una vez.
Rosa se llamaba la madre
y el padre Clavel.
Era linda Margarita la hija,
el hijo Jacinto se llamaba él,
y aunque esto no creáis,
cuento no lo es.
Un aireado Otoño
un día les vino a visitar,
ellos tras la puerta
no se dejaron ver.
Vino un frío Invierno
llamando después,
mas pacientes esperaron
que se decidiese marchar.
Llegó tras ellos
la bella Primavera al fin,
todos contentos y felices
sus tallos irguieron.
Sus pétalos de bellos colores
abrieron para quien les trajo
días de sol
y otros de aguas mil.
También vosotros,
como ellos,
debéis saber esperar,
el mejor momento
u ocasión para actuar.
Que tras Otoño e Invierno,
siempre la Primavera
vendrá
y entonces cada amor,
su oportunidad tendrá.
Con
todo cariño para mi hija Lucía,
de
cuyo tierno corazón empiezan a asomar
los
primeros brotes de futuras primaveras.
©
Juan
Vivancos Antón
Poema
incluido en el libro “El Duende de las
Letras” (2010) Pág. 77-78
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