Siempre he sentido
una gran fascinación por las palmeras y el palmito.
Tal vez porque por la
ventana de mi habitación, en la casa donde nací, veía cada día una altísima
palmera a la que acudían numerosos pájaros a buscar alimento y cobijo.
Tal vez porque
durante mi infancia pasé numerosos veranos en Palma de Mallorca, entre pinos
frondosos y abundantes palmitos.
Y sobre todo, porque
mi abuelo Vicente “el Datilero” era palmero (podador de palmeras) las arreglaba
y también las macheaba. Después recogía los dátiles, que luego curaba y que la
abuela Isabel vendía en Espinardo.
La palmera y los palmitos que vemos en esta
fotografía, se encuentran en una zona ajardinada anexa a la calle Salesiano
Pedro Araiz, en la Urbanización Zona Norte de Cabezo de Torres.
Juan Vivancos Antón
- CRONISTA OFICIAL DE CABEZO DE TORRES
-
PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN DE CRONISTAS OFICIALES
DE PEDANÍAS Y DIPUTACIONES DE LA REGIÓN DE MURCIA (COPD)
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