domingo, 21 de marzo de 2010
LA VIRGEN DE LOS DOLORES DE CABEZO DE TORRES. IMAGEN DE PROCESIONAR.
LA VIRGEN DE LOS DOLORES DE CABEZO DE TORRES.
IMAGEN DE PROCESIONAR.
La Patrona de Cabezo de Torres es Ntra. Sra. la Virgen de las Lágrimas. El título se le dio a un busto de la Virgen de los Dolores que lloró el 8 de agosto de 1706. La Imagen milagrosa se trasladó en solemne procesión a la catedral de Murcia el 11 de agosto.
El obispo Belluga publicó una pastoral conforme al Concilio de Trento y declaró que las lágrimas eran milagrosas. En la pastoral explicó lo que él mismo había visto, los resultados de los exámenes periciales realizados, las informaciones de los testigos y la opinión de teólogos, concluyendo que: “declaramos por milagrosas dichas lágrimas, y sudor, y digna de veneración y culto la Sagrada Reliquia del os Manteles, donde corrió el sudor y las lágrimas”.
La imagen milagrosa de Nuestra Señora de las Lágrimas permaneció en la catedral hasta que el 16 de octubre de 1994 volvió a su tierra, tras 288 años de estancia en la capilla de San Andrés. La imagen milagrosa de Ntra. Sra. de Las Lágrimas se encuentra expuesta en la capilla del Sagrario de la Iglesia Parroquial de Cabezo de Torres.
Los hombres y mujeres de Cabezo de Torres, situado en plena huerta murciana, son fieles seguidoras de las tradiciones, costumbres y estilo de vida ligado a la tierra. Poseen además una profunda religiosidad popular y viven intensamente los acontecimientos de su pueblo.
En los ciclos festivos del año, Cabezo de Torres, tiene presente en primer lugar a María Dolorosa; en un primer caso durante la Semana Santa, cuando en Cabezo de Torres se procesiona a la Virgen de los Dolores el Viernes de Dolores; si bien es en el mes de septiembre, coincidiendo con la festividad del día 15 que según el calendario está dedicado a “Nuestra Señora de los Dolores” cuando nuestra pedanía festeja con actos lúdicos, religiosos y culturales la fiesta de la Patrona.
El primer lugar en donde se decía misa los domingos fue en la ermita del Caserío del Carmen. Debido a la presencia de esta comunidad Carmelita, en el año 1608, el paraje se le llamaba “Cabezo de los Frailes”.
En el año 1706 sabemos de la existencia de una pequeña ermita en una casa de Cabezo de Torres, donde Belluga trasladó la Imagen Milagrosa, antes de llevársela a Murcia. Se desconoce el lugar exacto de la misma, aunque sí sabemos que estaba dedicada a la Virgen de Los Dolores.
Allá por el 1880, conocemos la existencia de otra ermita que dependía de la Parroquia de Espinardo. Estaba situada donde ahora se levanta el templo Parroquial de Cabezo de Torres y su origen debió ser como capilla aneja al cementerio, ya que bajo los cimientos de Parroquia sabemos que hay enterramientos humanos.
Las obras de la actual iglesia Parroquial se iniciaron en 1890 y se terminaron en 1897. Posiblemente a partir de esta fecha, la gente de Cabezo de Torres necesita una nueva Imagen de la Virgen de los Dolores a la que poder elevar sus plegarias en nuestra Parroquia, ya que la Imagen Milagrosa se encontraba en la iglesia Catedral de Murcia.
Se desconoce la fecha en que llega a Cabezo de Torres la primera Imagen de procesionar de la Virgen de los Dolores, atribuida a la escuela de Salzillo, ignorando también el autor de la misma.
En el año 1934 la Cofradía de la Virgen de los Dolores de Cabezo de Torres adquiría un trono para los desfiles procesionales de la patrona de la pedanía. El artista encargado de realizar el trabajo fue el imaginero D. Antonio Garrigós.
En el diario La Verdad del día 20 de septiembre de 1934 informaba al respecto: “… un hecho agradable: en el Cabezo de Torres se quiere obsequiar a la patrona ofreciéndole para estas fiestas inmediatas un hermoso trono y unos angelillos liadísimos que son obra del escultor Garrigós.
El trono, en el estilo rococó, propio de los mejores tiempos de la talla murciana, es finísimo, admirablemente concebido en su unidad y aunque abundante de decoración –en la que son frecuentes los motivos vegetales- no puede decirse que sea desequilibradamente profuso. Los angelillos, muy graciosos de línea, muy penetrados de emoción y reciamente plantados, según las mejores leyes escultóricas, confirman a juicio que de Garrigós se ha hecho repetidamente, en cuanto a que es continuador de una corriente artística vernácula, con caracteres propios en cada tiempo, pero sostenidos siempre en su unidad.
No sabemos a quien felicitar antes, si a la Cofradía, por la adquisición, o al artista por su acierto…”
Sobre este asunto informaba en el periódico El Liberal de fecha 23 de septiembre de 1934: “Ayer tuvimos el gusto de admirar una meritísima obra de arte que acaba de producir el notable artista murciano Antonio Garrigós.
Es un trono de madera, tallado, con destino a la Cofradía de Nuestra Señora de los Dolores del vecino pueblo de Cabezo de Torres, el cual lucirá esta noche en la procesión que en dicho pueblo se ha de celebrar.
Habíamos oído elogiar esta obra de arte religioso en tonos de gran elevación, y nosotros, siempre devotos de esta artista, quisimos comprobarlas, acudiendo al estudio de Garrigós para contemplarla detenidamente.
En efecto, todos cuantos elogios se han tributado por las personas que conocían el proyecto, resultan inadecuados frente a la realidad.
Antonio Garrigós ha logrado construir un trono maravilloso, que recuerda los mejores trabajos de esta índole, del siglo XVIII.
La elegancia de la talla, la armonía en la composición, la sobriedad de la línea y la delicadeza del conjunto, acusan la exquisita sensibilidad de este artista, que ha dado al arte cristiano, en su característica murciana, tantos y tantos triunfos.
Completan el trabajo unos liadísimos angelitos que son un dechado de gracia y de perfección. Es una verdadera lástima que esta obra no haya sido expuesta al público.
Nosotros, que estamos cansados de ver en desfile procesionales tanta extravagancia, hemos experimentado un rato de verdadero placer al contemplar esta nueva producción artística de Garrigós tan llena de gracia, de sobriedad y buen gusto.
La elección del artista, por parte de la directivos de la Cofradía de Cabezo de Torres, es de por sí un verdadero acierto.
Pero si en realidad nos impresiona esta obra de Garrigós, tanto o más nos sorprenden las confidencias que el artista nos cuenta, donde se demuestran que el pueblo de Cabezo de Torres ha hecho una adquisición muy ventajosa. Y es que Garrigós sigue siendo el Quijote de siempre…”
Durante la Guerra Civil Española, todas las imágenes de la Iglesia Parroquial de Cabezo de Torres, incluida la de la Virgen de los Dolores, fueron quemadas. Así mismo no escaparon de las llamas los tronos y los archivos parroquiales.
En Cabezo de Torres, tras la Guerra Civil, será el imaginero Antonio Carrión Valverde, quien realiza la imagen de vestir para la parroquia de esta pedanía que actualmente ocupa el camarín del altar mayor. Artesano fiel al más puro estilo de nuestro imaginero más universal, el inmortal Salzillo, que con su gubia recreó en numerosas ocasiones la gran devoción de la diócesis: “La virgen de los Dolores”, imagen que, llegó a rozar lo sublime en el encargo de La Dolorosa para la Real y Muy Ilustre Cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno de Murcia, tallada en el año 1755.
En referencia a la Patrona de Cabezo de Torres, podemos aportar más datos; así por ejemplo el trono de la Virgen es obra del escultor y tallista murciano Juan Lorente, también autor del altar mayor de la iglesia parroquial de esta pedanía. Las tallas son desmontables; mide dos metros y medio de largo y se estrenó en las fiestas de 1963 donado por una familia de este pueblo. El trono que pesa alrededor de 1000 Kg., dispone de luz eléctrica con baterías desde principios de los años 70 y fue restaurado en el año 1996, sobre todo la base del mismo, y se le cambiaron las varas.
El trono de la Virgen de los Dolores cuenta con 36 portaestantes de los que 34 son necesarios para llevar el mismo. El traje de portaestante en Semana Santa, desde la década de los años 70, se compone de: capirote verde, con la cara descubierta, con tirantes de lazo laterales, y roseta de lazo detrás. Túnica corta verde, con solapas de chaqueta, camisa blanca, corbata negra, enaguas, medias con ligueros y esparteñas. Durante el desfile de Semana Santa, los portaestantes, obsequian con caramelos a los espectadores, durante el desfile de Septiembre, el Cabo de Andas que es D. Juan Antonio Serrano Zapata, obsequia a las mujeres mayores que acuden a ver el desfile con una rosa blanca que lleva a los pies de la Virgen.
En el año 1965 se adquirió una nueva corona para la Virgen que luce en los momentos más solemnes. Es obra del orfebre Vicente Segura y es toda de plata con incrustaciones de piedras semipreciosas. Fue la “Comisión de Fiestas de 1965” quien quiso hacerle este regalo a la patrona el primer día en que se celebró el novenario de las fiestas de aquel año.
En su pecho, lleva la Virgen de los Dolores un corazón y un puñal que es un donativo del joyero local D. Francisco Fuster.
En lo que respecta al manto de mayor esplendor que luce la Virgen, éste se encargó en los talleres cartageneros de Consuelo Escámez Calderón. Se bendijo el Viernes de Dolores del año 1960. El manto es de terciopelo, color verde esmeralda oscuro; está bordado todo él en oro fino con incrustaciones de abundantes piedras semipreciosas. Lleva bordados en hilos de seda diferentes grupos de ángeles y mide un total de cinco metros de largo por cuatro metros de ancho. El manto ha estado expuesto en diversas ocasiones culturales de las ciudades de Cartagena, Murcia y en la exposición internacional de artesanía de Munich (Alemania).
Juan Vivancos Antón
CRONISTA OFICIAL DE CABEZO DE TORRES
Artículo publicado en el libro de las Fiestas Patronales de Cabezo de Torres 2008
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