A GOLPES DE CALOR
Unas nubes mentirosas
que presumen del agua que no tienen,
tan sólo liviano espejismo
de nubes que ayer navegaron
bajo este mismo cielo
promesa lejana de azul prístino.
Un sol despiadado
que vorazmente engulle
las formas, los colores, las cosas todas.
Un sol más encendido que nunca
que sin recato recorta nuestra sombra
hasta dejarla en su mínima expresión.
Un sol violento
cuyos rayos de ira
rebotan en la paredes
y desde el suelo
amenaza con devorarnos.
El aire ardiente,
aunque más transparente que nunca
hace visible su propia ausencia
y distorsiona las imágenes
La sangre recalentada
ríos rojos sin control
llevan a nuestra cabeza
al punto de ebullición.
Las ideas allí se cuecen
en su propia salsa
y pugnan por escapar
evaporándose en leves reflejos
sin recordar lo que significaron.
Como homónimo Dante
espero ver de un momento a otro
a mi personal Virgilio para
que me acompañe en el deambular
por este esbozo de infierno.
Alejado del oasis de tus besos
errante voy
en este mundo desértico
donde no hay
dos granos de arena iguales
y donde cada uno
es idéntico al compañero
en el caprichoso viaje
a ninguna parte
de esta inmensa duna
que ya nos ha engullido.
Para mis amigos José y Mª Dolores
del Principado
© Juan Vivancos Antón
Poema incluído en mi libro "El Duende de las Letras" publicado en el año 2010. Pág. 115-116
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