jueves, 17 de agosto de 2017
SORPRESA DE CUMPLEAÑOS
De Izq. a Dcha. Miguel Ángel Cánovas (Socio Fundador
de Alfandarín), Juan Vivancos (Cronista Oficial de Cabezo de Torres), Francisco
J. Viudes (Alcalde de Cabezo de Torres) y Miguel Gálvez (Presidente de la
Asociación Cultural Alfandarín).
Fotografía: José Ángel Gil
A
veces ocurren cosas a nuestro alrededor que nos conmueven especialmente y que
provocan un desbordamiento de nuestros sentimientos, habitualmente contenidos.
Es
hermoso tener la oportunidad de vivir en primera persona uno de esos momentos
tan especiales, sobre todo cuando además estás rodeado de familiares y amigos
con los que compartir esa gratificante experiencia.
Yo
tuve la ocasión de experimentarlo hace unas semanas, cuando mis amigos de la
Asociación Cultural Alfandarín, de Cabezo de Torres, me invitaron a participar
en un acto que organizaban con motivo del Festival de Teatro y Felicidad 2017
Querían
que hablase sobre el milagro de Nuestra Señora de las Lágrimas, patrona de
nuestro pueblo.
La
fecha era el viernes 12 de mayo, que casualmente es el día de mi cumpleaños.
Por problema de salud apenas participo en actos celebrados por la noche, pero a
los amigos no les puedo negar nada. Así que acepté.
La
citada noche, tras mi intervención llegó una sorpresa: La Asociación Cultural
Alfandarín y la Junta Municipal de Cabezo de Torres me distinguieron con una
preciosa placa de recuerdo.
Me
hicieron entrega de este obsequio el presidente de Alfandarín D. Miguel Gálvez
y el Alcalde de Cabezo de Torres D. Francisco J. Viudes.
Tras
expresar públicamente mi emocionado agradecimiento llegó ese momento de que les
hablaba al principio.
Mi
amigo D. Miguel Ángel Cánovas, socio fundador de Alfandarín, se acercó con una
tarta de chocolate, con una vela encendida, mientras todos los presente
cantaban el “cumpleaños feliz”.
Mi
sorpresa fue mayúscula. Pedí un deseo y con un soplo apagué la vela entre el
aplauso de la concurrencia.
Pero
es que además, supe más tarde, que la tarta había sido especialmente hecha para
mí, sin azúcar, ya que yo soy diabético. Como no la habían podido conseguir en
nuestro pueblo, la habían encargado en una prestigiosa pastelería de la capital
murciana, y esa tarde, a pesar de todo el trajín que les suponía tener
actividades programadas durante la mañana, tarde y noche en varios escenarios,
tuvieron el detalle de traer este obsequio, que por todo lo que representaba me
conmovió especialmente.
Ahora,
reviviendo ese hermoso recuerdo, aprovecho para dar de nuevo las gracias a
todas las personas que a diario, con sus gestos, hacen que me sienta una
persona verdaderamente especial.
Juan Vivancos Antón
- CRONISTA OFICIAL DE CABEZO
DE TORRES
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