lunes, 22 de marzo de 2010

LOS MAYORDOMOS DE LA VIRGEN Y LAS COMISIONES DE FIESTAS PATRONALES






Los Mayordomos de la Virgen y las Comisiones de Fiestas Patronales.
Está documentado que en el año 1792 una organización llamada “Los Mayordomos de la Virgen de Las Lágrimas” reunió el dinero suficiente para encargar la construcción de una ermita en el lugar en donde hoy está situada la Iglesia Parroquial de Cabezo de Torres. Esta ermita se puso bajo la advocación mariana de la Virgen de las Lágrimas.
También hay constancia del nombramiento de Mayordomos de la Virgen hacia 1880 cuando D. Antonio Blanco era el cura encargado de la ermita que dependía de la Iglesia Parroquial de Espinardo.
En 1885 se crea en la pequeña ermita una Rectoría con la advocación “Virgen de las Lágrimas” siendo D. Francisco Vicente de la Cruz el cura rector que afianzó la institución de los Mayordomos de la Virgen y creó los Mayordomos de las Ánimas.
Estas dos instituciones tenía el encomendada la labor de cuidar del culto a la Patrona y a las Ánimas.
Los Mayordomos de la Virgen tuvieron siempre más importancia que los Mayordomos de las Ánimas. Éstos, sin embargo, poseían una fuerte baza de popularidad, ya que manejaban los hijos de las Campanas de Auroros, toda una institución en la huerta, y, por supuesto en Cabezo de Torres. Pero la gente de nuestro pueblo siempre ha gustado de la alegría y el buen humor, y aunque las Campanas de Auroros estaban muy metidas en la entraña popular, su música no dejaba de ser triste y su entorno muy serio. Por eso la gente parecí inclinase más por los Mayordomos de la Virgen.
Los Mayordomos de la Virgen necesitaban dinero para realizar su gestión. Había que cuidar de la ermita y de la Virgen durante un año. Y la forma más sencilla de hacerlo era con el baile. Estos bailes, organizados por los Mayordomos, adquirieron un sentido festivo extraordinario.
Se bailaba a la puerta de la ermita. Se les llamaba Bailes de Rifa. En realidad no había rifas, sino pujas. Había pujas para bailar con una determinada moza, para que bailase un determinado personaje popular, etc. La gente seguía con gran interés estas pujas al punto de que a los mozos, al salir de casa, les ponían sus padres el dinero para la puja.
Los bailes consistían en las clásicas malagueñas. Guitarras, laúdes y bandurrias eran la orquesta de turno. Los que salían a bailar no tenían la obligación de saber hacerlo. Bastaba con que diesen unos pasos parecidos al baile. Los novios pujaban para que sus novias no saliesen a la pista. Los solteros, para poner en aprieto a novio pujaban más alto. Algunos tipos del pueblo eran objeto de puja, pues hacían las delicias de la gente al verlos bailar con torpeza. Los Mayordomos se movían entre el público y daban consignas para que la puja no decayera.
Todo era alegría y buen humor. Todas las bromas se soportaban, y el pueblo se lo pasaba en grande. En realidad aquello era una gran fiesta pues acudían también vendedores de dulces que ponían sus puestecitos en cualquier rincón. Era casi una tradición obligada el regalar a la novia un paquete de dulces.
Hasta 1920 los Mayordomos de la Virgen siempre fueron dos. Ese año D. Antonio Valverde nombró a cuatro. Tenía su razón de ser. Las Fiestas ya llevaban unos años de andadura y el trabajo de organizarlas recaía sobre sus espaldas. Con el volumen que fueron tomando los festejos en los años siguientes, fue necesario ampliarlos a seis.
A los Mayordomos de la Virgen se les nombraba el día de la Purísima y entre otras actividades recorrían el pueblo en Navidad pidiendo el “aguilando” con música y cantores para recoger fondos.
A partir de 1970 desaparecieron los mayordomos y se creó una Comisión de Festejos. Dicha Comisión, entonces estaba presidida por el Alcalde Pedáneo, y se encarga de las Fiestas. A pesar de la desaparición de la figura de los mayordomos, aún hoy en día a los miembros de las comisiones de fiestas se les llama popularmente “mayordomos de las fiestas”.
A principios de los años setenta del pasado siglo las Fiestas Patronales de Cabezo de Torres se convierten en la referencia para los demás pueblos de los alrededores por el gran número de atracciones como por la calidad de los artistas que acuden a su escenario. Las Comisiones de Fiestas asesan diversas formas de recaudar fondos, además de la petición por las casas, la venta de lotería en navidad, rifas y la elaboración de un libro de anuncios de empresas. Durante tres décadas las sucesivas Comisiones de Fiestas mantienen un ritmo frenético poniendo el listón cada vez más alto.
En la década de 1990 las Fiestas Patronales en nuestra pedanía van perdiendo su auge y cada año se puede apreciar su decaimiento. Este bajón tiene entre otros varios, dos motivos principales. Por un lado el auge del Carnaval de Cabezo de Torres, en el que nuestra población se vuelca totalmente. Por otro lado el sistema de elección de los miembros de las futuras comisiones de fiestas; se eligen a quines menos gusta la fiesta, o a los más reacios a la celebración de la misma.
“Con la llegada del nuevo milenio, los gustos y necesidades de ocio de los vecinos de Cabezo de Torres van cambiando progresivamente hasta llegar a la actualidad en donde queda patente la necesidad de buscar nuevos horizontes para la celebración de las Fiestas Patronales de nuestra pedanía. Hay que buscar nuevos métodos de recaudación para los actos, programar actividades en las que se vuelva a la participación masiva de la población en los actos tanto litúrgicos como cívicos. La tarea no es fácil, pero seguro que Cabezo de Torres, como siempre ha hecho en todas las empresas que ha tenido que acometer como colectivo, también en esta ocasión sabrá encontrar soluciones a estas nuevas necesidades impuestas por el ritmo de vida que llevamos. Y pronto, muy pronto, volverá a ser punto de referencia de todos los pueblos de alrededor”. Estas palabras fueron pronunciadas, por quien suscribe este texto, durante el “Pregón de las Fiestas Patronales de 2006 de Cabezo de Torres”.
Y los hechos parecen querer dar por buenas las mismas, pues tras las fiestas del citado año 2006, se presenta un grupo de voluntarios para formar la “Comisión de Fiestas Patronales de Cabezo de Torres”.
En la nueva Comisión de Fiestas están representadas las instituciones y colectivos más importantes de nuestra pedanía. Casi todos los miembros ya han sido con anterioridad a alguna comisión, de las décadas de los 70 y los 80. Son amigos y forman un grupo bastante compensado que pueden volver a instaurar el prestigio y esplendor en las Fiestas Patronales en Cabezo de Torres.
Este colectivo nace con la intención de celebrar no sólo las Fiestas del año 2007, sino que se comprometen a la realización de las mismas durante cinco años, con el fin de evitar hacer unas fiestas estupendas en este año y que el próximo vuelva la desidia.
Cualquier miembro de la Comisión de Fiestas puede dejar de formar parte de la misma, con la única condición de traer a alguien, también voluntario, que ocupe su lugar.
La Comisión de Fiestas, además de las Fiestas Patronales también se encarga de la organización de las Fiestas de Navidad. Además en cualquier momento del año organizan algún tipo de actividad como novilladas o comidas populares intentando conseguir dos objetivos: que la gente se divierta y recaudar algún dinero para hacer frente a los gastos de las fiestas.

Fiestas de Navidad y Año Nuevo.
Esta Comisión de Fiestas no sólo se encarga de las Fiestas Patronales de las que ya hemos hablado en alguna ocasión anterior; además organizan las Fiestas de Navidad y Año Nuevo.
Cada año intentan sorprender con la originalidad al instalar el tradicional Belén Parroquial, que dicho sea de paso durante muchos años ha obtenido el primer premio de belenes en su categoría.
Hace tres años estaba constituido por doce Diagramas de Navidad. Esta docena de estampas aludían a diferentes pasajes bíblicos, desde el al anunciación y el nacimiento de Jesús hasta la adoración de los magos de Oriente.
Al año siguiente nos sorprendieron con un exquisito Belén Hebreo que antes de llegar a Cabezo de Torres había estado expuesto solamente en cuatro lugares: Bruselas, Nueva York, Toronto y en España en la Plaza Mayor de Madrid.
El año pasado el Belén Parroquial recogía unas excelentes reproducciones de las casas y edificios más emblemáticas de Cabezo de Torres. Debido a su gran tamaño se instaló en una carpa que la Comisión de Fiesta ha comparado para este y otros fines. Además se editó una guía-recuerdo del mismo.
Otro de los cometidos de la Comisión de Fiestas es buscar un Pregonero para las Fiestas de Navidad. Hay que decir que en este aspecto están dejando el listón muy alto, pues en los tres últimos años han pregonado: El prestigioso y querido Dr. D. Ricardo Robles, el célebre periodista Antonio Botías y el concejal del Exmo. Ayto. de Murcia D. Joaquín Moya-Angeler.
También se intenta traer alguna compañía de teatro para que realice una representación del Auto de los Reyes Magos. Algunas veces organizan un concierto de villancicos entre grupos de alumnos de los diferentes colegios del pueblo. Todos los años se edita un programa con los actos a celebrar…
Y lo más importante, al menos para los más pequeños. Se encargan de que la víspera de la Epifanía del Señor, sus majestades los Reyes Magos recorran las principales calles del pueblo, con banda de música, para avisar a todos que al atardecer tendrá lugar en la Iglesia Parroquial la Santa Misa de Reyes y después sus majestades recibirán a todos los niños para escuchar lo que desean recibir esa noche. Todos los pequeños reciben una bolsa repleta de regalos y chuches.


Juan Vivancos Antón
CRONISTA OFICIAL DE CABEZO DE TORRES



Artículo publicado en el libro de las Fiestas Patronales 2009 de Cabezo de Torres

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